En mi trabajo como "Profesora de Manualidades" además, he podido establecer lazos de amistad con personas valiosas, que recuerdo con especial cariño, desde niños hasta señoras; quienes entre clase y clase supieron también transmitirme su sabiduría, sus lecciones de vida, haciendo que el aprendizaje sea mutuo...
Algo que además me parece muy importante es que cada vez son más las empresas que reconocen el valor de las actividades artísticas y manuales (en este caso) como una forma de brindar a sus trabajadores espacios que redunden en la mejora de su practica laboral; actividades que son útiles para relajarse, disiparse de la carga laboral y además aprender una actividad que, como ganancia secundaria, permite tener bajo la manga una habilidad para contribuir a su economía y quizás emprender un negocio, o simplemente para despejarse de la rutina y avanzar.
En ese sentido, he visto compartir los talleres a directivos y personal de mando medio o bajo, reconociéndose ambos como personas capaces de interactuar sin tensiones; y que bien se siente contribuir a ello!
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